Córdoba, cuenta con áreas protegidas y ambientes naturales que permiten disfrutar de la vida en contacto con la naturaleza, viviendo experiencias únicas. Es el caso de la Laguna Mar Chiquita, en donde las actividades vinculadas al avistaje de aves y a la pesca de pejerrey, son cada vez más las preferidas por los turistas.
Desde principios de siglo XX y sorteando el obstáculo que suponía la distancia con las grandes ciudades, los pobladores de Miramar fueron construyendo las primeras casas y alojamientos que dieron impulso a esta localidad. El deseo de hacer conocido el paraíso en el que vivían, fue generando en el área un arduo crecimiento. Decenas de calles, hoteles, comercios, iglesias e instituciones públicas, se abrieron en aras del progreso.
Hoy, Miramar brilla a la vera de una de las lagunas más reconocidas del mundo: la Laguna de Mar Chiquita. Este espejo de agua gigante, ha generado el desarrollo de un complejo ecosistema, propio de la región, compuesto por abundante flora y fauna autóctona.
Un vuelo que atrae miradas
Desde cómodas instalaciones, podemos admirar la vegetación que nace en las costas de la laguna y apreciar la increíble variedad de pájaros que durante cada temporada ocupan diferentes ambientes. Más de trescientas especies de aves se zambullen en las saladas aguas de la Mar Chiquita en busca de su alimento, presentando un espectáculo digno de ser vivido. El avistaje de aves consiste en la observación directa, visual o auditiva de pájaros; atendiendo a las características particulares de cada especie, a las formas de vuelo y a los colores de los plumajes.
A la vera de la laguna, se puede contemplar una variada fauna compuesta por flamencos, gaviotas, patos y otras especies de ambientes acuáticos. Sin lugar a dudas, el vuelo de los flamencos rosados, es la postal que ha popularizado a esta región a nivel nacional e internacional; sin embargo, el avistaje de aves no es la única actividad que se puede desarrollar aquí. Paralelamente a las dinámicas de ecoturismo, se ha acrecentado el interés por la pesca deportiva de pejerrey.
Ideal para pescadores
Miramar brinda a los aficionados de este deporte, innumerables posibilidades para pescar desde la costa o en lancha. Dentro de la cuenca de la Laguna, sólo es posible la pesca de pejerrey, obteniéndose ejemplares de entre 400 y 600 grs. Algunos afortunados, pueden obtener piezas de hasta 1 kg., pero esas oportunidades resultan excepciones.
Existen tres ríos que desembocan en la Laguna de Mar Chiquita: el Río Primero o Suquía, el Segundo o Xanaes y el Río Dulce, en los cuales es posible pescar grandes burriquetas, sargos, corvinas, pescadillas, pez palo, congrios, rayas, lenguados, meros y anchoas, siempre y cuando se cuente con la carnada adecuada.
Quienes opten por caminar por la orilla de la laguna, podrán apreciar los famosos “pozones” y los brazos de aguas sin corriente, lugares que por sus características geográficas, brindan al pescador la posibilidad de encontrarse con peces de alto valor deportivo. La consigna que nos propone Miramar es relajarnos en el cálido abrazo de sus aguas, compartir la bella naturaleza plasmada en sus aves y paisajes y disfrutar de las cómodas instalaciones. Así, de a poco, nos iremos adentrando en la magia de su clima, de su ambiente y de sus pobladores, para disfrutar de este paraíso cordobés, que está al alcance de todos.